175 años de recuerdos

Hoy se celebra el aniversario 175 del anuncio del invento de la fotografía al mundo. Fue un regalo francés a la humanidad y, desde entonces, nos dedicamos de manera amateur o profesional a inmortalizar momentos de nuestras vidas. La cuestión del origen siempre nos inquieta en estas fechas: ¿existe algo así como un momento en que la fotografía apareció en el mundo? La fotografía no fue producto de un genio o dos, sino de toda la cultura occidental que buscó durante décadas fijar imágenes por sí solas.

Esta mañana me puse a pensar qué escribir acerca de este aniversario. Elegí publicar dos fotos que no tienen ningún valor más que para mí. No hay monumentos derribados, ni fotos antiguas en blanco y negro, ni animales exóticos, ni vestimentas fuera de moda. Es más, no hay nada más común en Buenos Aires que las palomas.

No es ninguna casualidad encontrarse con el álbum del otro y ver que también aparece «la foto de las palomas». Pensé en mi álbum y me acordé de esa otra foto que estoy con mi hermana en el parque y que después viene la foto en la que estoy sentada en la mesada de la cocina y después la foto del caballo, la de la siesta con mi papá, la de la torta de frutillas… En mi álbum y en su álbum hay animales, primos, puertas, abuelos que ya no están, disfraces, uniformes, padres, madres, mares y navidades. No es ninguna casualidad.

Por alguna razón siempre me acuerdo de la foto de Lucas y las palomas. En estas fotografías no hay momentos extraordinarios pero lo verdaderamente increíble es poder recordar, que es, volver a pasar por el corazón.