Ya es el cuarto lote navideño que buscamos por Internet y que traemos desde latitudes extrañas -esta vez el sur de Estados Unidos- a Argentina. Es la cuarta navidad que celebramos con Abrir el Tiempo. El año pasado tuvimos dos amigas de ochenta y pico de años festejando las fiestas con un perro gigante. En 2013, una Navidad de amantes de la tercera edad y en 2012, un festejo kitsch con sidras, empapelados, hombres en cuero y mesas familiares atiborradas de velas y adornos.
Cuando los encontré a estos hermanitos, supe que iban a ser los que nos iban a acompañar esta Navidad. Vestidos con batas celestes, pijamas y medias, recién levantados, reciben el espectacular regalo que les dejó la noche anterior la persona que toma las fotografías. Quien está detrás de la cámara es acaso su mamá, otro hermano, una hermana menor, un padre, un compañero de casa…
Reciben galletas para perros, un disco de vinilo, un libro y dos perritos encintados con moños rojos. Se ríen y celebran. Ese es el espíritu que esperamos tengan todos en sus casas. Algo rico para cenar, algún familiar divertido y una persona anónima que registre el evento para que dentro de cientos de años alguien nos mire desde el futuro.
¡Felicidades y gracias por acompañarnos en 2015!
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