La visión binocular y la percepción de realidad

Placa estereoscópica de Elise Schulze y Maia, mi abuela materna. Villa
Ballester, Partido de Vicente López, Argentina. Circa 1920.

El primer efecto que sentí al ver una fotografía a través del estereoscopio fue de tal sorpresa que no lo puedo comparar con ninguna otra experiencia. Todavía no leía enciclopedias, tampoco había viajado y, mucho menos había googleado el mundo. Y, de repente, aparecieron París, los Alpes suizos, Roma, Santiago de Chile, Marruecos, Adrogué, Villa Adelina…

La historia de mi familia empieza con el retrato de una mujer sobre un piano. Bernardo Ader llegó en 1860 a la Argentina. Una tarde, vio el rostro de Elise, una alemana luterana, y decidió que iba a ser su mujer. Se casaron y tuvieron cuatro hijos: los varones murieron de tuberculosis y la niña, de difteria. Quedó Anita. La única heredera se casó con un austríaco. Ambos eran aficionados a la fotografía y compraron dos cámaras estereoscópicas para conservar el mundo en pequeñas placas de vidrio.

En 1838, el escocés Charles Wheatstone publicó «Contribuciones a la fisiología de la visión y sobre algunos fenómenos destacables y sin embargo inobservados de la visión binocular», un estudio en el que demostraba que la mente percibe un objeto en tercera dimensión debido a que cada ojo recibe una vista ligeramente diferente. Para explicarlo, utilizó la palabra stereograph, en griego stereo (solid)  y graph (i look at). Las dos imágenes deben ser sacadas desde dos puntos de vista diferentes, o sea, la distancia entre una y otra debe ser igual a la separación entre los ojos. Todo se basa en un engaño: el cerebro procesa la información recibida de cada uno de los ojos y fusiona esas dos imágenes haciéndonos creer que estamos viendo en tercera dimensión.

En 1890, se podía encontrar un estereoscopio y una selección de vistas en casi cualquier hogar de clase media y alta en los Estados Unidos y Europa. Un siglo después, mi abuela nos mostró ese extraño aparato de madera, el «Verascope», fabricado por el francés Jules Richard. El Verascope de mi abuela  había viajado desde París y había permanecido en una casa olvidada en el medio de la sierra cordobesa. Después de su muerte, empecé a coleccionar fotos antiguas.

Estas fotografías estereoscópicas fueron tomadas por mis tatarabuelos en la Torre Ader, en el Partido de Vicente López. La Torre fue construida por mi tatara tatara abuelo e inaugurada el 9 de julio de 1917. Hoy, casi un siglo después, encuentro a mi abuela en tercera dimensión.

Comentarios

  1. Marisa dice:

    Estoy recopilando datos de mis ante pasados y llegue hasta aqui, mi tatara abuela, catalina schulze, vino con su hermana elise ambas con matrimonios pactados con franceses, elise con bernardo ader y catalina con julien juillerat, catalina vivio en muchos lugares, ya que julien era juez de paz, lo fue en general acha en la pampa y recae a fin de siglo xix luego de la muerte de julien , llega a Tosola, un pueblo junto a La Plata que acababa de ser fundada, alli vivio hasta su muerte, cuando murio, su hermana Edlise le manda a construir una boveda en el cementerio de La Plata para toda su descendencia con la unica clausula de que jamas fuese reducido su cuerpo y permaneciera bajo el altar de la boveda, lugar que hasta hace 10 años (ultima vez que fui a la bobeda) aun estaba, con una foto que parece un daguerrotipo, en donde estan ambas hermanas. Solo te lo cuento para que conozca una historia mas de tu tatara tatara abuela

    • Abrir el tiempo dice:

      Marisa, gracias por tus palabras. Muy reveladoras! Te voy a poner en contacto con mi madre, quien escribió un libro acerca de Bernardo Ader y toda su descendencia. Le voy a pasar tu contacto a ella así te lo hace llegar y seguimos hilando recuerdos.

Trackbacks para este artículo

  1. Abrir el Tiempo: un álbum colectivo de fotografías de América Latina | AssistantNet | SMO

escribe tu comentario




5 − = 4



Comentarios

  1. Marisa dice:

    Estoy recopilando datos de mis ante pasados y llegue hasta aqui, mi tatara abuela, catalina schulze, vino con su hermana elise ambas con matrimonios pactados con franceses, elise con bernardo ader y catalina con julien juillerat, catalina vivio en muchos lugares, ya que julien era juez de paz, lo fue en general acha en la pampa y recae a fin de siglo xix luego de la muerte de julien , llega a Tosola, un pueblo junto a La Plata que acababa de ser fundada, alli vivio hasta su muerte, cuando murio, su hermana Edlise le manda a construir una boveda en el cementerio de La Plata para toda su descendencia con la unica clausula de que jamas fuese reducido su cuerpo y permaneciera bajo el altar de la boveda, lugar que hasta hace 10 años (ultima vez que fui a la bobeda) aun estaba, con una foto que parece un daguerrotipo, en donde estan ambas hermanas. Solo te lo cuento para que conozca una historia mas de tu tatara tatara abuela

    • Abrir el tiempo dice:

      Marisa, gracias por tus palabras. Muy reveladoras! Te voy a poner en contacto con mi madre, quien escribió un libro acerca de Bernardo Ader y toda su descendencia. Le voy a pasar tu contacto a ella así te lo hace llegar y seguimos hilando recuerdos.

Trackbacks para este artículo

  1. Abrir el Tiempo: un álbum colectivo de fotografías de América Latina | AssistantNet | SMO

escribe tu comentario




− 3 = 5