Un álbum de fotos antiguas de Cuba

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“El pasado no representa solamente algo que ha sido, sino algo que vuelve a ser”
(Deleuze)

Mientras a mi novio le ponían suero en un hospital cubano, yo intentaba leer un libro de Indiana Jones en alemán y conversaba con las enfermeras. En una de esas caminatas breves entre el hospital y la casa donde nos alojábamos, encontré un anticuario. El señor coleccionaba imágenes religiosas y tenía un bate de beisbol de no sé quién, pero aparentemente era algo increíble. “Espera”, me dijo.

Su madre, una anciana en camisón floreado, se hamacaba en su silla y me miraba fijo. Volvió con un álbum pequeño y me habló de unos billetes firmados por el Che. Le pregunté si sabía el origen o dónde lo había conseguido. Nada.

Eran gelatinas (CDV) de estudios de Alemania, Francia, Estados Unidos y había algunas de Cuba. En un verso pude leer: “–nombre tachado- dedica este retrato y deseo que al hojear su álbum y verle sea considerado como un recuerdo de su sincera amiga. Rosa Causse y Dupuy. Habana, diciembre 14 de 1876”. Estudio fotográfico: Cohner. Calle O´Reilly, 62, Habana. Rue de Rivoli, 59, Paris. Descubro pequeños detalles: los nombres de algunos estudios, la mano de una mujer vestida de luto que sostiene un retrato, niños -creo que uno ha muerto-, y hongos que se apoderaron de la mayoría de las fotografías.

Rosa se me pierde.

Y pienso en las últimas palabras del libro de Agustina Triquell, Fotografías e Historias. La construcción narrativa de la memoria y las identidades en el álbum fotográfico familiar: “El deseo incumplido de regresar puede leerse de manera más amplia, de regresar no solo a cierto lugar de origen, como espacio físico, sino el regreso a un tiempo, a un estado que ya no es tal, que ya no está. Pensar la fotografía como una práctica de memoria, implica pensarla en relación al avance del olvido, siendo entonces el álbum un registro testimonial de lo vivido, que corre el riesgo de perderse, por lo que debe ser cuidado y atesorado. (…) El álbum es el impulso al regreso, al recuerdo. La palabra recordar, de origen latino, deriva de recordari (re = de nuevo, cordis = corazón), volver a pasar por el corazón”.