Mi padre tiene la delicada costumbre de llevarme de vez en cuando a una librería y regalarme un libro. Cuando de pronto leí Borges. Postales de una biografía supe que lo iba a elegir. A lo largo de todo el libro Nicolás Helft nos muestra cartas, manuscritos, fotografías, anotaciones perdidas en cuadernos y muchas (¡muchas!) postales -que Borges llama «tonteras visuales».
No colecciono postales antiguas. En algún momento de mi adicción a la fotografía antigua –Abel Alexander, gran historiador de la fotografía, utilizó esa palabra un poco en broma y un poco en serio- decidí centrar mis esfuerzos en la estereoscopía y me olvidé de las postales. Pero este libro es especial porque recorre la vida de Borges desde los márgenes, como si el verdadero Borges estuviera en los pequeños destellos que salen de estas postales, grabaciones y anotaciones pasajeras.
Publico tres postales del libro con la esperanza de que alguien que conozca un lector de Borges tenga la misma delicadeza que mi padre tuvo conmigo.
Postal 1: Londres 20 agosto 1923
Señor don Macedonio Fernández
Calle Rivadavia 2748
Buenos Aires
Argentine Republic
¿A qué puntualizar con intensidad de palabras la caterva de días –ninguno alegre, todos turbios, alguno angustiosísimo- que han pasado por mí desde que le dije adiós a Conce y a Buenos Aires.
Mejor divertirse con tonteras visuales como el grabadito persa en el dorso. Tuyo Jorge
Postal 2
Sra. Leonor Acevedo de Borges
Pueryrredón 2190 – Vº izq.
Buenos Aires
Viernes 30.
Ayer al mediodía, tu carta (la de la inverosímil conjunción Claude-Jauretche). Aquí todo anda bien: días azules y temperatura inesperadamente otoñal. Cada día escribo mi página y pico.
El miércoles o el jueves a mas tardar habré terminado el trabajo que me propuse. Para entonces espero la brusca epístola “vallista” que sabés.
Un abrazo de Georgie
Postal 3
25 de diciembre
Dearest Mother: disculpa la horreur fadasse –la frase es de Verlaine- del reverso, apta (como decía Heine de los alemanes que lo visitablan en París) para preservarte de la nostalgia. Mucho me alegraron tus líneas y las de Norah. El veinticuatro vi un film mediocre, pero que me conmovió y que me gustaría rever contigo: Marie Louise, tomado en los cantones centrales de Suiza, con cielos, nubes y montañas enternecedoras. (…) Madre, te extraño muchísimo. El inconexo estilo de esta tarjeta y la creciente degeneración de la caligrafía te indicarán, acaso, el opresivo calor que aquí nos agobia. Ya sabrás que la operaron a Clota; sigue mejor. Abrazos a Norah y a las chicas. Yours ever, Georgie
El turrón, riquísimo
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