Pienso en mi madre y en su voz dulce contando «El soldadito de plomo», de Hans Christian Andersen. Ya la tecnología había llegado y para no contar un cuento todas las noches, ella apretaba play y el casete empezaba a dar vueltas. Había grabado con su propia voz miles y miles de cuentos que con mi hermana podíamos elegir cada noche. El único que yo no quería escuchar era el que nosotras llamábamos «Ulises». Me daba terror el momento en que aparecía Polifemo, un gigante con un solo ojo que encerraba a unos amigos en una cueva y los iba comiendo uno por uno.
Los juguetes y los niños
Un cliché dominguero: en la portada del diario, la nota del Día del Niño. Aparentemente, alguno de los regalos más esperados (dudo que para un porcentaje significativo de niños y niñas en Argentina) son las consolas de videojuegos, las tablets y los celulares -que incluyen chat y redes sociales ilimitados.
Me puse a buscar en mis cajas con fotos sueltas y encontré éstas.
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Que fotos tan lindas!!!!! Divinas las muñecas y el caballito !!!!
Me recordo cuando jugaba a servir el te a las muñecas !!!!
Gracias por abrirme la caja de los recuerdos!!!!
Un beso grande InesEste Blog es realmente muy interesante.
Que fotos tan lindas!!!!! Divinas las muñecas y el caballito !!!!
Me recordo cuando jugaba a servir el te a las muñecas !!!!
Gracias por abrirme la caja de los recuerdos!!!!
Un beso grande Ines
Este Blog es realmente muy interesante.