Es una historia de amor y desencuentros. Dos hermanas argentinas se enamoraron de dos hermanos chilenos. Se conocieron en un barco que viajaba de Francia a las costas sudamericanas y de ahí en adelante se enviaron cartas que atravesaban la cordillera.

Mi bisabuela, años después, tiró su alianza matrimonial al fondo del mar. La hermana de mi bisabuelo murió hace unos años y, según me contaron, todavía seguía enamorada de aquel chileno que conoció cuando tenía catorce años.

(Paz Crotto
Chile, 1920s)