Cuba antigua

(…) las más grandes ventajas que todos los
mortales buscamos con todas nuestras fuerzas se
cree que han de resultar de las islas.

Pedro Mártir de Anglería

Cuando termine el otoño en Buenos Aires voy a viajar a Cuba.  Pero el viaje empezó hace unos meses, cuando encontré este lote de fotografías antiguas.

Cuando aparecieron, ya tenía toda la información útil para un turista: sistema de transporte y tarifas, el dinero, la ropa y el equipaje, el clima, los bares, los hoteles y las pensiones, los recorridos, las fábricas y los museos. También había probado los diarios de viaje pero no me convencieron: llenaban de contrastes todas las historias y terminaron por aburrirme. Y entonces volví al principio.

Un poco de historia

La fotografía en Cuba apareció a mediados del siglo XIX y su difusión fue similar al del resto de los países de América Latina y el mundo: la técnica fotográfica fue evolucionando a la par del desarrollo económico, político y social del país. Como en toda América Latina, existen fotografías de más de un siglo de antigüedad que están extraviadas en cajones familiares y otras, con más suerte, que están guardadas en instituciones públicas.

La fotografía irrumpió en Cuba apenas un año después de que Daguerre anunciara, triunfante, el invento. Existen diversas hipótesis acerca de quiénes fueron los pioneros aunque dos son las más firmes: Pedro Téllez de Girón, hijo del entonces Capitán General de la Isla, y el norteamericano G. Washington Hasley, quien fue el primero en crear un estudio de retratos de daguerrotipos a principios de 1841.

Según Refino del Valle en «Cuba: sus inicios fotográficos», en 1882 se fabricaban películas cubanas a base de emulsiones para climas tropicales, conocidas con el nombre de Tropical Cubana. Luego, en los albores del siglo XX, el Club Fotográfico de La Habana, liderado por Rafael Pegudo, de fuerte impronta pictorialista, se destacó por las tomas de paisajes naturales.

Acceder a la representación era y es un ejercicio de poder y hasta los primeros años del siglo XX, era casi imposible encontrar retratos de negros. Tanto por razones económicas (la cuba esclavista del siglo XIX impedía que los negros tuvieran acceso a los estudios fotográficos), sociales (el retrato funcionaba como un atributo de poder y jerarquía) y estéticas (los negros no respondían a los cánones de belleza  de la aristocracia cubana), se puede detectar el carácter clasista de la fotografía. Con la revolución de 1959 estalló la fotografía social y la fotografía ingresó en una esfera masiva y más equitativa.

Las imágenes

Este lote estaba en manos de un vendedor de antigüedades de Nueva York. Está compuesto por veintisiete fotografías de vidrio, la mayoría en blanco y negro y algunas coloreadas.

Y así empezó el viaje…

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